Autor: URE PALENCIA
Al igual que una receta de tortilla de patatas, la definición de lo que constituye un radioaficionado es diferente para cada persona. Por generalizar un poco, podríamos decir que un radioaficionado es una persona que se divierte con la radio y todo lo que conlleva, para comunicarse desde local hasta internacionalmente. Ya sea haciendo experimentos o construyendo antenas (lo que coloquialmente se conoce como “cacharrear”), escuchar transmisiones desde países lejanos como Cuba o Japón, recibiendo informes meteorológicos de satélites, aprender a utilizar el código morse, usar la radio para jugar a buscar una baliza escondida o simplemente hablando con sus amigos usando walkie-talkies.
Hay gente a la que le gusta más construirse sus propias emisoras, otros prefieren participar en concursos (en los que se compite para obtener puntos), y hay personas a las que le gusta dar un paseo por el monte mientras hacen comunicados con provincias distintas o incluso continentes distintos. ¿Te imaginas salir en bici al monte y hablar con Argentina? ¿Recibir a la Estación Espacial Internacional? ¿Fabricarte una antena con una percha? ¿O hablar a través de un satélite?
Todos sabemos que una tortilla de patatas lleva básicamente huevo y patatas, pero las variaciones de sabores, presentaciones, y preparaciones son inmensas. Esta simple e informal comparación vale para hablar también del radioaficionado. Todo radioaficionado usa antenas, radio, electricidad, sentido común y conocimiento para usar todo ello. Las variaciones también aquí, son inmensas y divertidas.
Con el tiempo, un radioaficionado descubrirá que es lo que más le gusta hacer. Pero lo más divertido es que si se aburre, ¡siempre hay algo diferente que descubrir!
Personas de toda condición, edad y culturas distintas pueden ser radioaficionados.
En todo caso, cuando se habla de un radioaficionado como tal, generalmente se suele referir a una persona que ha superado un examen en su país de residencia y tiene por ello una licencia para emitir en unas bandas determinadas.
Esta pregunta se puede contestar de dos formas distintas.
Si te gusta simplemente escuchar, ser un radioaficionado (o más bien radioescucha) podría ser tan sencillo como comprarse una radio de onda corta o un scanner y empezar a escuchar todo lo que pasa por las ondas. Desde radios comerciales lejanas, hasta oír a otros radioaficionados.
Pero probablemente quieras emitir. Para ello tienes varias posibilidades (que no son las únicas, pero si las más conocidas): la banda ciudadana (CB-27 o coloquialmente llamado los “Cuarenta Principales”), usar PMR (Personal Mobile Radio, su uso es gratuito y su alcance es limitado), o hacer un examen para obtener una licencia de radioaficionado.
Hace años, los radioaficionados en España tenían diferentes clases: EA, EB, y EC. Para que te hagas una idea, sería como tener diferentes carnets de conducir: puedes tener un carnet de moto, un carnet de coche (que te deja conducir motos hasta cierta potencia) o un carnet de camiones o autobuses. Con cada clase de radioaficionado, podías emitir en unas bandas u otras, con más potencia o menos. Además, cada licencia tenía un examen distinto.
Pero estás de suerte, porque eso ha cambiado desde hace algunos años. Si haces el examen, pasarás a obtener una licencia tipo EA, que te permite operar en todas las bandas de radioaficionado aprobadas por Telecomunicaciones.
Hace tiempo, los exámenes de radioaficionado en España, se convocaban de forma colectiva cada cierto tiempo. Es algo que ha cambiado, ya que hoy en día, puedes presentarte de forma individual. Si tienes DNI electrónico y lector, puedes realizar el trámite online (para ahorrarte un paseo) presentarte de forma individual al examen. Otra alternativa es llamar a la Jefatura de Telecomunicaciones de tu provincia.
El examen es de tipo test y consta de sesenta preguntas.
El examen consta de dos áreas temáticas:
- Primera parte: radioelectricidad y electricidad.
- Segunda parte: reglamentación y legislación.
Cada parte consta de 30 preguntas y es necesario acertar al menos la mitad.
No te asustes. No te desanimes. Aunque parezca que son temas extensos inabordables, si investigas un poco descubrirás que es más sencillo de lo que parece. El temario está publicado en el BOE y disponible en la página de Telecomunicaciones.
Así, la parte de electricidad incluye cosas como la ley de ohm, señales y campos eléctricos, y la parte de radioelectricidad conceptos como los tipos de antena o los tipos de modulación.
Google es tu mejor amigo (puedes realizar ejercicios online, buscar en Wikipedia o en foros y páginas), aunque también puedes comprar el libro del examen online o preguntar en foros a otras personas que ya lo hayan superado.
A Enero de 2013, las tasas que tienes que pagar si decides obtener tu licencia de radioaficionado son:
- 22,98€ por los derechos de examen
- Unos 153€, una vez que apruebes el examen, para que te envíen tu indicativo (autorización de radioaficionado). Tal vez parezca mucho dinero, pero hay que recordar que es un pago que realizas una vez en la vida. Las renovaciones (cada cinco años) son gratuitas.
Los mayores de 65 años, los pensionistas en general y los minusválidos están exentos de pagar la tasa de autorización de radioaficionado.
Un indicativo de radioaficionado, como por ejemplo EA1URP, o EA2XXX es, por decirlo de forma rápida “El DNI del radioaficionado”. Sirve para saber quién es y desde qué país y región emite.
Por norma general y para simplificar, la parte que va antes del número es el país o la región, y lo que va después, el identificador del radioaficionado.
Por ejemplo, el prefijo EA corresponde a España, y el número indica de qué región es el radioaficionado. Siendo el número 1 el norte de España y el 2 el noreste (En España tenemos nueve distritos o regiones)
Normalmente, no podemos escoger el indicativo que tendremos, ya que los asigna la administración competente de telecomunicaciones. En el caso de España, esto es el trabajo de las Jefaturas Provinciales de Inspección de telecomunicaciones.
Los prefijos son establecidos a nivel internacional por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU).
Una vez hayas superado el examen, y tras pagar la tasa para el uso del espacio radioeléctrico, recibirás en tu domicilio tu licencia de radioaficionado, que incluye tu nuevo indicativo.
Tras obtener tu nuevo y brillante indicativo, ya estás autorizado para operar en las bandas de radioaficionado establecidas legalmente en España (si nos lees desde aquí).
El consejo es que empieces poco a poco: lo más importante es escuchar, escuchar mucho. Aprender la “jerga” que usan las personas. Ser respetuoso con los demás y tener mucha paciencia.
Depende. Principalmente de tus pretensiones y de tu capacidad económica. Del mismo modo que unas zapatillas de tenis no sirven generalmente para correr, cada equipo de radio tiene un fin determinado. Por ejemplo, un Walkie-Talkie de VHF no te va a servir generalmente más que para hacer contactos a nivel local (aunque si tienes suerte o eres muy manitas puedas usarlo para otras cosas, he ahí la diversión)
Lo más sencillo y rápido es preguntar a otro radioaficionado, buscar en foros. No tengas miedo de preguntar y dejarte aconsejar.
Por ejemplo, para usar un repetidor local de radioaficionados en la banda de 2 metros, un simple walkie de unos 40€ te puede valer.
Si quieres operar en las bandas de HF, necesitaras una emisora que te lo permita. Los precios son enormemente variados. También tienes que tener en cuenta la antena y desde dónde vas a emitir.
Aunque resulte de perogrullo, no está de más recordarlo: si compras de segunda mano, cerciórate de que todo funciona como debe, esté en buen estado, etc.
Es simplemente otra forma de llamar (normalmente la más usada, ya que es más práctica) a las bandas de radioaficionado, usando la longitud de onda. Por ejemplo, al hablar de los “2 metros”, hablamos del segmento de radioaficionados que va desde los 144 a los 146 MHz, y al hablar de “los 40 metros” hablamos del rango de frecuencias de 7.0 a 7.2 MHz.
En cada región, la IARU desarrolla unos planes de bandas que los radioaficionados pueden usar. Así, Europa (y por ende, España) pertenece a la Región 1 junto a África, Oriente Medio y Asia del Norte.
También puedes obtener más información en el BOE.
De forma resumida, las frecuencias que puedes usar para transmitir, son:
Banda | Frecuencias |
---|---|
80m | 3.500 – 3.800 MHz |
40m | 7.000 – 7.200 MHz |
30m | 10.100 – 10.150 MHz |
20m | 14.000 – 14.350 MHz |
17m | 18.068 – 18.168 MHz |
15m | 21.000 – 21.450 MHz |
12m | 24.890 – 24.990 MHz |
10m | 28.000 – 29.700 MHz |
6m | 50.000 – 52.000 MHz |
2m | 144.000 – 146.000 MHz |
70cm | 430.000 – 440.000 MHz |
23cm | 1240 – 1300 MHz (Nota: necesita autorización individual) |
Para cada frecuencia, hay unos rangos donde se usan unos modos diferentes, como por ejemplo fonía, radioteletipo o telegrafía.
Los modos son las distintas formas que hay de transmitir información por radio. Básicamente, se dividen en dos: “analógico” y digital.
En analógico tenemos entre otros, la fonía (voz) en frecuencia modulada o FM, la modulación en amplitud (AM), o la modulación en banda lateral (SSB).
En digitales, tenemos modos como el radioteletipo o RTTY, la televisión de barrido lento o SSTV
Ejemplo de recepción de un reporte meteorológico en RTTY:
Para los modos digitales, suele ser necesario conectar nuestra emisora a un ordenador aunque las emisoras más modernas y avanzadas pueden operar en estos modos de manera independiente.
Estos son sólo algunos de las decenas de modos que hay para comunicarse.
Es una pregunta muy difícil de contestar, porque depende de muchos factores. Como norma general, y de forma simplificada, la distancia que alcancen tus comunicaciones dependen de la frecuencia usada, la potencia, las condiciones de propagación atmosférica, la antena usada y la altura a la que te encuentres.
La frecuencia juega un papel muy importante. En las bandas de HF, las ondas rebotan en la tierra y en la ionosfera, y en las bandas de VHF se necesita por norma general visión directa entre emisión y recepción.
¿Conclusión? No pretendas hacer contactos internacionales con un walkie talkie que trabaje en la banda de los dos metros, pero es posible que con una emisora de HF logres hablar con prácticamente todo el mundo, dadas las condiciones adecuadas. La experiencia te dirá hasta dónde puedes llegar, aunque siempre cuentas con la sorpresa de la propagación.
Explicar en qué consiste la propagación podría llevar párrafos, libros y cursos enteros. Pero de forma resumida, simplemente hay que saber que la actividad solar y atmosférica afecta al modo en que las ondas de radio viajan por la atmósfera. A este fenómeno, se le conoce comúnmente como “propagación”. La propagación es una de las mayores aliadas (y también enemigas) del radioaficionado.
Debido a cómo el sol ioniza las capas altas de la atmósfera, o la presencia de vapor de agua en la troposfera, las ondas de radio se refractan, o son absorbidas por la atmósfera. Estas propiedades se aplican sobre todo a las bandas bajas (HF).
La hora del día es también decisiva. De noche, ciertas capas de la atmósfera están más ionizadas que otras, propiciando que frecuencias más bajas se propaguen fácilmente. Lo contrario puede ocurrir de día, cuando las condiciones pueden favorecer que frecuencias más altas se propaguen mejor.
Si la propagación es buena, nuestros comunicados llegarán a muchos kilómetros de distancia, alcanzando incluso continentes distintos al nuestro. Si la propagación es mala, podemos tener problemas para recibir o emitir, o incluso no oír absolutamente nada.
Tienes muchas páginas en Internet donde se muestran predicciones y condiciones de propagación en tiempo casi real. Algunas de ellas son:
http://dx.qsl.net/propagation/
http://www.hamqsl.com/solar.html
http://www.eham.net/DX/propagation
Seguramente te surjan dudas a la hora de interpretar los datos de propagación. Como guía muy básica, has de saber:
- Índice A: cuanto menos mejor (por ejemplo, por debajo de 10). Refleja las condiciones geomagnéticas de las últimas 24 horas.
- Índice K: es similar al índice A, solo que éste refleja las condiciones de las últimas tres horas. De igual manera, cuanto menos, mejor.
- MUF (Maximum Usable Frequency – Máxima Frecuencia Útil): este dato se usa para indicar el límite superior de frecuencia a usar para la reflexión ionosférica.
Hay que recordar que al igual que en meteorología, el cálculo de la propagación se basa en modelos matemáticos y físicos que nos pueden dar una orientación, pero no la certeza absoluta.