Cada tres minutos, en una determinada frecuencia, cada baliza transmite su indicativo en cw a 22 palabras por minuto seguido de cuatro rayas de un segundo. El indicativo y la primera raya se envian con 100 vatios de potencia, las restantes rayas se transmiten a 10 vatios, 1 vatio y 100 milivatios respectivamente.

Por parte de la NCDXF se estableció un esquema de transmisión en el que se asignó un turno a cada baliza para que ésta pudiera transmitir sin interferir con las demás. Los turnos tienen una duración de 10 segundos e inmediatamente terminado el de una, comienza el turno de la siguiente. De esta forma, cada 10 segundos una baliza diferente transmite en una determinada frecuencia su indicativo y los referidos cuatro tonos. Dado que son 18 las balizas existentes y que cada turno dura 10 segundos, cada 180 segundos, o sea 3 minutos, se vuelve a repetir el ciclo.

En la práctica, si queremos conocer cómo está la propagación en una determinada banda, sólo tenemos que sintonizar nuestro transceptor a la frecuencia correspondiente y observar la intensidad de las señales, o la ausencia de éstas, con la que recibimos las diferentes balizas. Por ejemplo, si queremos monitorizar la banda de 20 metros, sintonizaremos el transceptor a la frecuencia de 14.110kHz, dónde podremos escuchar cada 10 segundos una baliza distinta, primero 4U1UN, después VE8AT, posteriormente W6WX y así sucesivamente hasta llegar a YV5B y comenzar nuevamente el ciclo. Dependiendo de la calidad de las señales recibidas podremos saber las condiciones de propagación existentes desde nuestra ubicación hacia las diferentes zonas en las que se encuentran situadas las balizas.

UBICACIÓN DE LAS BALIZAS DE LA NCDXF-IARU

ESQUEMA DE TRANSMISIÓN