Castro recordó que “estamos ante el testigo que rememora el 40 aniversario del levantamiento del primer monumento del mundo que señala esta encomiable actividad, una razón de orgullo que, además, encumbra uno de los rincones más emblemáticos de Güímar, que desde entonces ha contemplado las transformaciones y progreso de este barrio”.

La alcaldesa señaló que “tras este monumento no solo hay hormigón y metal, tras él están las aspiraciones, el seguimiento y el cariño que muchos ciudadanos han demostrado y continúan demostrando por la radioafición, el gesto sincero y generoso de lanzar hilos de comunicación, un medio que garantiza la convivencia y el pluralismo desde el respeto y la comprensión”.

En este acto de homenaje a 40 años de historia, hubo también un recuerdo para uno de los principales impulsores de esta iniciativa, Manolo Dávila, de manos de Fernández, quien recordó que “la afición a la radio siempre ha sido muy importante en Güímar, con dos asociaciones en la actualidad, y el municipio fue pionero (hoy hay cinco reconocimientos de este tipo) en expresar la importancia de una afición en la que hoy participamos muchos y seguimos estando muy activos”.

El que fuera eurodiputado por Canarias, presidente del Gobierno regional, presidente de URE y aún hoy un reconocido radioaficionado señaló que “no es mejor ni peor el que más antenas, potencia o premios gana; la esencia es la afición a la radio y la camaradería entre nosotros, no hay diferencias por razones políticas o sociales, todos somos colegas y esto está por encima de cualquier cosa”.

La primera Sección Local de la Unión de Radioaficionados Españoles (URE) en Güímar se formó en 1968. Estuvieron tan activos que, en 1974, el Ayuntamiento de Güímar acordó levantar un monumento al radioaficionado, que se inauguró entonces con la presencia del ministro de Información y  Turismo, el primero del mundo y que fue diseñado por el socio José Henríquez, al que este sábado se le entregó una escultura conmemorativa.

En 1997, el Ayuntamiento de Güímar nombró la plaza de El Puertito que acoge el monumento, conocida como de Las Indias, como Plaza del Radioaficionado Manuel Dávila Santana.  

El aniversario ha sido una ocasión para reivindicar esta vocación que, en la era de internet, sigue atrayendo a millones de personas en el mundo y que se mantiene como el único sistema de comunicación en catástrofes, cuando la electricidad y los satélites fallan.